7 Ideas para que tu recibidor pase de corriente a original
Tu recibidor se merece mucho más. No es sólo una zona de paso, sino la carta de presentación delante de todas tus visitas. Hoy te mostramos 7 ideas fáciles para que tu recibidor gane vida y pase de ser uno más, a tremendamente original. ¡Te van a inspirar, seguro!
1. Súmale luz.
Si tienes luz natural cerca pero no acaba de llegar al recibidor, es buena idea que tires muros, o en su lugar los cambies por paredes de cristal con cuarterones o ventanas fijas. Si no te apetece hacer obra, otra solución es poner una puerta de cristal transparente que te aporte profundidad. ¡Mejor todavía si es corredera!
Si la luz natural no conoce a tu recibidor, entonces tendrás que apostar por los apliques o lámparas de techo. Incluso algunos aprovechan las molduras para instalar dentro luces de LED. Si buscas calidez, focos en el suelo o sobre el rodapié. Esto sí requerirá obra, pero es un cambio espectacular.
2. Ameniza el recorrido.
Marca el camino del pasillo con algunas alfombras que acompañen. No las solapes demasiado para que no quede pesado. Con medio metro de separación o algo menos, será suficiente. Eso sí, según el material, recuerda ponerles debajo una lámina anti-deslizante, para que así sean del todo seguras. Puedes jugar con su forma, tamaño o color.
En la foto por ejemplo, el encanto de este pasillo radica en el contraste del suelo de madera oscura con la estantería a medida de obra. Las paredes se han sustituido por grandes puertas correderas de metal y cristal. Y como os decíamos, las alfombras, son el punto original y divertido que aligera la pesadez de un pasillo con muchos elementos.
3. Mímalo un poquito.
The yellow cactus
El papel pintado, los zócalos o las molduras no son exclusivos del salón. Atrévete a jugar con estos materiales !! Si eliges papel pintado es mejor que sea resistente y lavable. Así permanecerá mucho tiempo en perfectas condiciones.
El recibidor de la foto gana en estilo, gracias al atrevido papel pintado en tonos amarillos, la consola recuperada y la profundidad que da el espejo, acompañado de los 2 puntos de luz. ¡Es atrevido sí, pero no me diréis que no queda espectacular!
4. Haz magia pintando.
Deconordica
Más rápido, efectivo y económico que una mano de pintura, pocas cosas hay en el mundo de la decoración. Pinta tu recibidor y pasillo de otro color, ya sea entero o solo media pared. Así lo protegerás de las rozaduras que haya podido sufrir y a la vez le haces un cambio de imagen.
En el de la foto por ejemplo, su encanto está en la puerta de entrada pintada con pintura de pizarra. El hueco de la pared convertido en un coqueto armario abierto con fondo de papel pintado. Y una cuidada iluminación, gracias a los focos empotrados. ¡No hace falta más para que luzca auténtico!
5. Más verde y más práctico.
Aunque no tengas casi luz natural no te cortes con las plantas. Hay algunas que no necesitan a penas luz, como los potos, por ejemplo. Al ser lugar de paso es mejor que las plantas no pinchen y que no sean grandes. Aprovecha los rincones para poner las de mayor tamaño o bien crea conjuntos de macetas en grupos o divididas en estantes.
Y sobre todo, aprovecha todo el fondo para crear un recibidor práctico. Puedes hacer un mueble de obra, colocar baldas de poco fondo, encargar una librería abierta y estrecha a medida, restaurar algún mueble que no sea demasiado voluminoso y que aporte cajones... ¡Así aprovecharás hasta el último centímetro!
6. Rienda suelta al artista que llevas dentro.
Aires de decoración
Igual en el salón no te atreves o no te queda espacio. Lo mismo en el dormitorio. Pero en el pasillo seguro que te queda espacio libre para dar rienda suelta a tu creatividad y exponer aquello que más te gusta. Atrévete con las colecciones de cuadros, fotos, láminas, recuerdos... O por qué no, aprovecha el hueco muerto, para hacerte una enorme librería a medida. La puedes hacer de pladur o madera. Recuerda que la luz ideal para que se ven bien los libros, debería ser blanca e intensa.
7. Un último repaso antes de salir de casa.
Mi Casa Revista
Un espejo, dos o tres en el recibidor serán la excusa perfecta para pegarnos un repaso cada día antes de salir de casa. Pero es que además, amplían e iluminan, sin ningún esfuerzo. Elígelos de la forma que más te convenga o guste y recuerda darles luz. Puedes añadirla a sus laterales, en la parte superior o incluso por detrás, con un retroiluminado que aporte mucha calidez.
El recibidor de la foto era algo complicado de decorar por su ubicación. Sin embargo, forrar la pared entera con espejos biselados y añadir una bonita consola antigua restaurada, han marcado un antes y después. Uno de los recibidores más clásicos que hemos visto, pero no por eso menos deseable.
¿Qué te parecen estos recibidores? ¿Se te ocurre alguna idea más para transformar un hall muy soso, en otro de revista?
